Un pequeño restaurante, de la ciudad francesa de Bourges, saltó a la fama de un día para otro cuando la Guía Michelin le otorgó, por error, una de sus anheladas estrellas con las que reconoce a lo mejor de la gastronomía en el mundo, enlistándolo en su sitio web oficial.
Se llama Le Bouche à Oreille, su platillo estrella es la res bourguignon y el gasto promedio de sus comensales es de $250.00 pesos mexicanos. El verdadero premiado se llama exactamente igual, pero se ubica en Boutervilliers, a una hora de París; su platillo estrella es el flan de langosta y peras con chocolate acompañadas de champagne, siendo el gasto promedio por persona de $1,000.00 pesos mexicanos.
A la izquierda el restaurante ubicado en Bourges premiado por error y a la derecha el restaurante ubicado en Boutervilliers |
Veronique Jacquete, dueña del restaurante ubicado en Bourges le dijo al periódico The Guardian que no estaban preparados para la cantidad de gente que empezó a llegar, y su chef Penelope Salmon, dijo que nunca se ha imaginado ganando una estrella Michelin, “Yo cocino con el corazón”, asentó. Aymeric Dreux, responsable de los platos que se sirven en el restaurante cercano a Paris dijo que conversó con Veronique y se rieron juntos de la situación. En 2015, Dreux ya había ganado una estrella Michelin.
Hay emprendedores que piensan que la definición del nombre de su negocio es algo que puede hacerse a la ligera. Este es un buen ejemplo de que eso es un error. Si el empleado administrativo de la Guía Michelin se confundió al publicar el premio en el sitio web, probablemente es porque sólo tenía el nombre del restaurante y realizó una investigación superficial para dar con la dirección ¿Cuántos clientes podrían confundirse igual? Ahora esta confusión, que ha dado la vuelta al mundo, será parte de la historia del lugar, será comentada y repetida por gran parte de su audiencia, cuando lo que se busca con tanto esfuerzo al abrir un negocio, es una narrativa impecable sobre su producto o servicio.
En Idóneo ayudamos a nuestros clientes a definir el nombre de su emprendimiento, comprendiendo que debemos definir uno que haga su trabajo en la mente de la audiencia cuando éste salga a la luz. El nombre que se elija, debe alinearse estrechamente a la estrategia del negocio en cuanto a sonido, pronunciación, facilidad de recordación, posibilidad de relacionarse con negocios afines (por ejemplo, a través de patrocinios), debe funcionar en futuras frases y dentro de campañas que comunicarán los valores del negocio, debe existir plenamente en el mundo digital y debe poder obtener autorización de las autoridades de propiedad intelectual para ser explotado exclusivamente por sus dueños (certeza en la inversión), entre otras características importantes.
¿Has tenido alguna dificultad con algún negocio que te gusta por su nombre? Por ejemplo que no lo encuentres, que se parezca a otros ¡Cuéntanos!
Fuente: MILENIO
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